La lista detallada de los 18 errores comunes que cometen los emprendedores en sus proyectos.
Esto significa no haberse preocupado por obtener la necesaria información sobre las condiciones del mercado, la competencia, la rentabilidad, etc. Cuanta mayor información podamos recaudar (antes de iniciar un proyecto) será mejor. Preguntas del tipo “¿quiénes son los competidores?” “¿cuáles son los potenciales consumidores?” “¿Cuál será la rentabilidad y en cuánto tiempo se obtendría?” “¿Cuáles son las trabas legales para iniciar el proyecto?” son muy importantes. Por ende, siempre hay que tener claro que conviene hacerse las preguntas adecuadas a la hora de emprender.
2- No tener constancia ni disciplina.
Como con cualquier otra actividad, para emprender debemos ser perseverantes, tener empeño y disciplina; caso contrario abandonaremos la actividad a las primeras de cambio. Si no eres una persona constante o si eres una persona altamente sugestionable o si te desanimas fácilmente ante cualquier obstáculo, pues mejor ni te molestes en tratar de emprender.
3- Creer que hay que tener dinero inicialmente para invertir.
Aunque si bien es cierto que tener dinero no perturba, para invertir no necesariamente debemos disponer de dinero en nuestro bolsillo inicialmente. Si requerimos dinero, podemos pedir un crédito a un banco o un préstamo a algún amigo o conocido. Porque al final de todo lo que más valen son las ideas. También debemos tener en cuenta que podemos emprender e invertir Online, y esto no requiere necesariamente de dinero; lo que nos lleva al siguiente punto.
4- No saber que el tiempo y el esfuerzo que dedicamos a los proyectos vale tanto o más que el dinero.
Recuerde, “Time is Money”; si has trabajado bajo relación de dependencia alguna vez, sabrás que en la mayoría de los casos (más que el conocimiento en sí mismo) lo que fundamentalmente estás vendiendo es tu tiempo de vida. Por lo tanto hay que darle valor al tiempo que empleamos en nuestros proyectos.
5- Descuidar el producto, servicio o actividad principal del negocio.
Este es un punto de vital importancia; debemos tener especial cuidado con la calidad del servicio, producto o actividad de nuestro negocio, porque de no hacerlo, el consumidor lo descartará por defectuoso y la competencia aprovechará nuestros errores y hundirá nuestro proyecto totalmente en el corto, mediano o largo plazo. Por eso, si vamos a hacer las cosas, ¡hagámoslas bien!
6- Creer que el dinero que producimos es la medida ineludible del éxito de nuestro proyecto.
El dinero no lo es todo en la vida, tampoco en los negocios, por ello debemos hacer que producir dinero no sea lo primordial en nuestro proyecto, ya que lo primordial debe ser crear calidad y un valor agregado a la sociedad. Es decir, que nuestro proyecto aporte servicios o productos de calidad y que sean deseados por los consumidores debe ser nuestra principal meta, el dinero vendrá en forma segura luego de eso. No significa esto que no obtendremos dinero con nuestros proyectos, sino que debemos preocuparnos primero por hacer las cosas bien y el dinero luego llegará solo, como una consecuencia de haber hecho las cosas en la forma correcta.
7- No saber que por acción u omisión tus proyectos pueden tener éxito o fracasar.
Que te hayas convertido en emprendedor y estés desarrollando un proyecto no significa que tendrás allanado el camino al éxito; muy al contrario; debes saber que es posible que consigas el éxito, pero todo dependerá de la dirección que le des a tus esfuerzos, es decir, de las decisiones que tomes o dejes de tomar en el camino. Dicho de otro modo, sé consciente del hecho de que tu proyecto puede llegar al éxito o al fracaso tanto por las decisiones que tomes, como por aquellas que no tomes. Todo se basa en tomar las decisiones correctas en su debida oportunidad.
8- No reinvertir lo producido.
Cuando empieces a ganar dinero con tu proyecto debes invertir una parte del mismo en seguir generando servicios o productos de calidad; caso contrario, tu negocio estará condenado al fracaso.
9- No motivar lo suficiente a nuestro equipo de trabajo.
Ya sea que trabajes con asociados -o bien que tengas empleados- debes mantener motivado a tu equipo de trabajo y orientado al logro, esto le permitirá al mismo alcanzar el éxito. Ahora bien, ¿cómo harás esto? Eso ya dependerá de ti, pero es importante que tengas bien en cuenta el factor motivación.
10- No cultivarnos intelectualmente.
Cuando nos convertimos en emprendedores conviene que nos convirtamos en ávidos lectores de literatura financiera y de todo tipo, esto nos permitirá elevar nuestra cultura general y empresarial. También tomar por afición practicar ciertos juegos como pueden ser el ajedrez, el poker o el dominó, pueden ayudarnos a ser mejores tomadores de decisiones y a adquirir mayor cultura en los negocios.
11- No movernos con la suficiente diligencia.
Al trabajar para nosotros mismos debemos darnos cuenta de que tenemos que actuar con voluntad, velocidad y acierto en todas las decisiones que tomemos relacionadas con aquello que hemos emprendido. Una decisión correcta tomada en el momento incorrecto no servirá de nada; y viceversa; una decisión incorrecta tomada en el momento correcto tampoco ayudará en nuestros proyectos.
Podríamos mostrar entonces la siguiente fórmula que nos permitirá alcanzar nuestros objetivos:
Decisión correcta + tiempo correcto = Exito.
12- Creer que todo será fácil.
Emprender siempre supondrá contratiempos y contrariedades que debemos afrontar y superar con inteligencia y firmeza. Nada en la vida es fácil, ¿por qué piensas acaso que emprender lo sería?
13- Descuidar el factor publicidad.
En cualquier negocio, empresa o proyecto la publicidad constituye algo importante; y hablamos en este sentido de la que puede hacerse tanto al producto como a la empresa en sí misma. Si nuestro negocio radica en el mundo real, debemos poner publicidad en radio, tv, periódicos, e incluso Internet. Si nuestro proyecto es Online; pues podemos aprovechar las oportunidades que esto nos brinda, debemos tener Páginas Web, Blogs, aprovechar los foros, los chats y las redes sociales (como facebook o twitter).
No darle la debida importancia a la publicidad de nuestros proyectos es un error. Muchos negocios o proyectos en la historia han fallado (aún cuando ofrecían un buen producto o servicio) por no prestarle la debida atención a la publicidad.
14- No evolucionar.
En los negocios (así como con todo en el mundo moderno) hay que estar pendiente de las tendencias del mercado, las tendencias tecnológicas y culturales para saber a qué atenernos, como debemos actuar y en cuáles nichos debemos incursionar para seguir haciendo crecer nuestros proyectos. Muchos emprendedores fallan en este punto crucial y por ello muchas ideas mal desarrolladas (o insuficientemente desarrolladas) se vienen al suelo en el primer año.
15- Creer que el negocio se sostendrá por sí mismo.
Creer que el negocio se sostendrá por si solo es un craso error que en la mayoría de los casos se paga con el total fracaso del proyecto. Y esto es todavía más cierto al principio del proyecto, cuando las ideas aún no se han desarrollado y las bases aún no se han cimentado. Piensa que tu negocio es como un niño pequeño que siempre requerirá atención.
16- No analizar el desempeño de tu negocio con objetividad.
Deslígate de sentimentalismos, romanticismos e idealismos al evaluar los resultados de tu negocio. Si después de dos años tu proyecto no te está generando ganancias importantes, pues debes dejarlo y emprender otra cosa; o si bien decides seguir en el mismo proyecto, pues debes replanteártelo todo y hacer cambios radicales en la forma de manejarlo. Este suele ser uno de los puntos más difíciles porque por lo general, sentimientos y emociones nos unen y vinculan a nuestros proyectos, después de todo, les hemos dedicado cariño, esfuerzo, dedicación y tiempo de nuestras vidas a los mismos.
17- No tomar en cuenta el "factor sorpresa".
Por mucho que investiguemos y por mucho que estudiemos previamente acerca de nuestros proyectos y su factibilidad o viabilidad, siempre habrán factores que no podremos prever; ya sea porque nunca en la historia estuvieron presentes en el mercado en el cual pensamos incursionar o porque se nos pasó por alto debido a un "lapsus mental" a la hora de evaluar nuestra incursión en los mismos. Por ende, hay que tener en cuenta siempre que es imposible predecirlo todo; y que el factor iniciativa tiene su propio empuje; ya sobre la marcha nos iremos enterando de ciertas cuestiones o aspectos que no podríamos haber sabido antes de iniciar nuestro proyecto; pero OJO, esto no debe tomarse como una invitación a improvisar totalmente; más bien lo que estoy diciendo es que por mucho que nos anticipemos a los acontecimientos siempre habrán ciertas y determinadas cuestiones con las cuales no contamos.
18- Creer que te harás rico de la noche a la mañana.
Muchas personas creen que al emprender se harán millonarios como por obra de magia; o creen que será parte del curso natural de las cosas. Hay que saber que esto no es así, no funciona de esa manera; de hecho en la mayoría de los casos (y haciendo bien las cosas) requeriremos de un lapso de uno o dos años de trabajo continuo para recuperar la inversión inicial. Por lo tanto, emprender sigue siendo una aventura; pero al final de cuentas ¡vale la pena! porque los empresarios más exitosos de la historia han sido personas con cientos o miles de empresas fallidas en su haber; pero este hecho al final de cuentas les ha servido para descubrir el camino que los llevaría al éxito financiero.
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